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México: La defensa es por la vida y los territorios de las mujeres
México
La defensa es por la vida y los territorios de las mujeres:
esperanza y dignidad al centro de las luchas
La defensa es por la vida y los territorios de las mujeres:
esperanza y dignidad al centro de las luchas
México_Oaxaca
La defensa es por la vida y los territorios de las mujeres:
esperanza y dignidad al centro de las luchas
Doris Verónica Carmona Domínguez
educaoaxaca.org/
En gran parte del territorio de México y del Abya Yala, los rostros del despojo de los territorios tienen rostro de pueblos originarios, campesinos, de zonas rurales. También frecuentemente tienen rostros de mujeres.
Los pueblos y las mujeres desafían un sistema capitalista, colonialista y patriarcal, que se expresa en la precarización y empobrecimiento de zonas de interés para megaproyectos, impunidad, sistemas de justicia omisos, gobiernos promoviendo proyectos extractivos. Se imponen discursos individualistas principalmente con las juventudes; un único modelo de “desarrollo” altamente depredador y contaminante; la violencia como mecanismo para la implementación de proyectos; discursos e imagen empresarial “socialmente responsables”; desprestigio y criminalización de las y los defensores del territorio; los derechos humanos y colectivos se reducen al mínimo o se usan para favorecer las industrias extractivas.
Los pueblos y las mujeres luchan por mantener la vida, la memoria histórica, los espacios de gobierno local, los lugares sagrados, el bosque, el agua, la tierra… y todo lo que ha sido el sustento familiar y comunitario por generaciones, parte fundamental de la cosmovisión de los pueblos en Oaxaca.
En esta permanente tensión entre las industrias extractivas y los pueblos, entre el “desarrollo” y la vida digna, sobre las mujeres se imponen las violencias extractivas y patriarcales. En Oaxaca la empresa minera Cuzcatlán, filial de Fortuna Silver Mines, impuso el proyecto “San José” (en etapa de explotación comercial desde 2011).
Los impactos ambientales y sociales se han acumulado: exploraciones ilegales en los límites con otras comunidades entre 2015 y 2017, consulta fraudulenta en el municipio de Magdalena Ocotlán en 2016, derrames de los residuos de jales secos en 2018, 75 obras irregulares que no corresponden con sus permisos ambientales de 2009, disminución y contaminación del agua, acaparamiento de concesiones mineras por 80 mil hectáreas del territorio de comunidades zapotecas.
En este despojo legalizado, la empresa minera se beneficia no solo de los minerales del subsuelo, también de las condiciones de pobreza y desigualdad de las mujeres en esta región, usando a las mujeres (trabajadoras o esposas de trabajadores de la mina), para promover la minería, desmovilizar y dividir a las comunidades, a cambio de mantener empleos o dar becas a la niñez. Sobre sus cuerpos también se sobreponen discursos y proyectos que fomentan la división sexual del trabajo.
Además, un incumplimiento histórico de los derechos humanos establecidos en los marcos normativos nacionales e internacionales: educación, vivienda, salud, entre otros, que determinan el ejercicio de otros derechos, como los derechos políticos, comunitarios y la defensa del territorio.
También en Oaxaca, sólo en el periodo del exgobernador Alejandro Murat (2016-2022), 715 mujeres han sido víctimas de feminicidio, 1989 mujeres y jóvenes víctimas de desaparición. Este estado, además, es el más peligroso para defender derechos humanos. Entre los temas con más riesgo, en el sur del país, se perfila la defensa del territorio frente a inversiones y proyectos de desarrollo. En Oaxaca, cada tercera persona defensora asesinada defendió la tierra y el territorio. El 91% de ellos, pertenecía a un pueblo indígena.
¿DE DÓNDE ES POSIBLE ACUMULAR ESPERANZA PARA LAS MUJERES?
En Oaxaca las comunidades (ámbito local), representan un espacio que hace posible la autonomía y libre determinación de los pueblos, una esperanza para hacer frente colectivamente. Para contener los proyectos extractivos, para expulsarlos y evitar que se impongan en los territorios.
También permite la articulación entre comunidades, con otras regiones o con la ciudad. Con desafíos y avances importante en el reconocimiento de las mujeres y la participación comunitaria. La comunidad, como el espacio también de memoria y lucha de las y los abuelos.
De compromiso profundo con el futuro de las infancias y juventudes. En este ámbito, en las comunidades reconocemos que las mujeres hemos generado un vínculo e identidad con el agua, el bosque, las plantas medicinales, el viento… como elementos fundamentales para nuestra vida.
Frente a una fuerte reconfiguración de los territorios comunitarios, en Oaxaca y en muchas latitudes del Abya Yala, en los últimos años las mujeres están mucho más presentes en los espacios públicos de las comunidades, haciéndose cargo de las familias y haciendo frente a las industrias extractivas, derivado de la migración, del fallecimiento de los varones o por ausencia de ellos.
Desde hace más de 15 años la presencia en los territorios oaxaqueños nos ha permitido conocer y compartir desde los espacios cotidianos con las mujeres. En la cocina comunitaria, en el tequio, en las asambleas, en las fiestas del río, en las guelaguetzas antimineras, en las movilizaciones… todos estos espacios son ocupados activamente por las mujeres.
Nos articulamos con mujeres defensoras del territorio que participan en procesos organizativos, que viven en las comunidades, que son nombradas por las asambleas comunitarias para el desempeño de cargos comunitarios, siendo una tarea la defensa del territorio frente a la minera. Tenemos una apuesta de trabajo colectivo entre mujeres. Esta apuesta consiste en erradicar el individualismo y hacer procesos colectivos de mujeres.
Con un claro horizonte, donde no hay espacio para los proyectos de muerte, para la minería, la hidroeléctrica, los eólicos en las comunidades, las mujeres ponen su cuerpo, su voz y su trabajo comunitario en ello bajo el lema: ¡Sí a la vida, no a la minería! ¡Ríos para la vida, no para la muerte!
A partir de los Encuentros Mujeres, Agua y Vida Comunitaria que ha convocado a mujeres defensoras de distintas regiones del estado de Oaxaca desde 2021, hemos construido colectivamente las siguientes reflexiones metodológicas y políticas que guían el proceso:
Territorio cuerpo de las mujeres. Nuestro punto de partida para la reflexión política.
Desde esta dimensión miramos las opresiones, las violencias machistas, patriarcales y extractivistas que se han impuesto sobre los cuerpos de las mujeres. También desde aquí reconocemos y nombramos las emancipaciones y luchas que estamos dando.
Territorio tierra-comunidad.
Partiendo desde nuestras comunidades con una visión regional. El territorio es el agua, el bosque, las plantas medicinales, la tierra, el viento, las montañas… pero también el conjunto de vínculos, identidad e historia que hemos construido. Representa el pasado, la responsabilidad comunitaria y el compromiso por un futuro para la niñez.
Somos mujeres diversas.
Nacemos y nos construimos de nuestras historias de vida, contextos familiares, y todo el acumulado que nos ha dado elementos para hacer frente, sobrevivir y construir la vida. La diversidad que implica respeto al proceso de emancipación de cada una. Pero también acumula y complementa los aportes en la lucha.
Mística, ofrenda y sanación colectiva.
“La música, la danza, el canto, las flores, las esencias (…) estamos haciendo esta ofrenda a la madre tierra”. Como elementos vitales para acumular esperanza, para sanar colectivamente y conectar con el territorio.
Nos nombramos, visibilizamos y reconocemos a nosotras, las mujeres, las defensoras, las madres, las hijas, las curanderas… y todo lo que somos, que hemos construido y que nos sostiene.
La memoria digna de las mujeres.
Para reconocer los aportes políticos de las mujeres que nos antecedieron, para dar impulso y fortalecer el camino para las más jóvenes. Fundamental para derrumbar los estereotipos que nos dividen a las mujeres.
Construcción de nuevas narrativas.
Reflexionar y abonar a los conocimientos políticos y pedagógicos que recuperen la forma de ver y sentir la vida por las mujeres. Dar paso a nuevas formar de pensar y ejercer el poder en los espacios públicos, en los gobiernos locales y en el ejercicio de la autonomía.
Así en el marco del Encuentro de Mujeres, Agua y Vida Comunitaria, enmarcado en el Día Internacional de las Mujeres Indígenas, mujeres defensoras de los territorios de la Mixteca, Sierra Sur, Costa, Istmo, Sierra Norte y Valles Centrales, con la intención de generar un intercambio y articulación entre mujeres defensoras para el cuidado colectivo de las mujeres, la defensa del agua y del territorio de las comunidades en las que vivimos desde los siguientes ejes: Cuerpo, territorio y autocuidado; pueblos, tierra y territorio, organización de los pueblos.
La Educación Popular Feminista nos ha nutrido y ampliado el análisis del contexto de dominación, aportando en la construcción de nuevas narrativas y haciendo visibles las emancipaciones y luchas de mujeres en los distintos territorios.
Estar en el cuidado del agua, es un reto para las mujeres (…) algunos ciudadanos me decían no te andes metiendo tanto porque se trata de una empresa que tiene poder, y está el riesgo de las amenazas, sobre todo como mujer sola.
Desde este espacio de Encuentro de Mujeres, fortalecemos nuestra identidad como mujeres defensoras de los territorios. Reafirmamos que los espacios de mujeres son vitales y necesarios para colectivizar los aprendizajes, para traspasar los temores y fortalecer la esperanza.
Para hacer frente a estos contextos, los derechos territoriales de las comunidades y los derechos de las mujeres se protegen desde un mismo compromiso colectivo de los pueblos.
Reconocemos todos los aportes que las mujeres están dando en las comunidades, en la historia, en la medicina, en los huertos, en los servicios, en la lucha antiminera. Nutrimos nuestro planteamiento político de territorio cuerpo y territorio comunidad. Así nos hemos reconocido y aprendido también en la lucha con otras mujeres en México y en Mesoamérica. Todas estas experiencias nos inspiran a seguir luchando por una vida con dignidad para todas las mujeres y para los pueblos.
fuente: https://www.educaoaxaca.org/el-topil-48-mujeres-agua-y-vida-comunitaria/
https://redlatinasinfronteras.wordpress.com/2023/09/02/mexico-la-defensa-es-por-la-vida-y-los-territorios-de-las-mujeres/
La defensa es por la vida y los territorios de las mujeres:
esperanza y dignidad al centro de las luchas
Doris Verónica Carmona Domínguez
educaoaxaca.org/
En gran parte del territorio de México y del Abya Yala, los rostros del despojo de los territorios tienen rostro de pueblos originarios, campesinos, de zonas rurales. También frecuentemente tienen rostros de mujeres.
Los pueblos y las mujeres desafían un sistema capitalista, colonialista y patriarcal, que se expresa en la precarización y empobrecimiento de zonas de interés para megaproyectos, impunidad, sistemas de justicia omisos, gobiernos promoviendo proyectos extractivos. Se imponen discursos individualistas principalmente con las juventudes; un único modelo de “desarrollo” altamente depredador y contaminante; la violencia como mecanismo para la implementación de proyectos; discursos e imagen empresarial “socialmente responsables”; desprestigio y criminalización de las y los defensores del territorio; los derechos humanos y colectivos se reducen al mínimo o se usan para favorecer las industrias extractivas.
Los pueblos y las mujeres luchan por mantener la vida, la memoria histórica, los espacios de gobierno local, los lugares sagrados, el bosque, el agua, la tierra… y todo lo que ha sido el sustento familiar y comunitario por generaciones, parte fundamental de la cosmovisión de los pueblos en Oaxaca.
En esta permanente tensión entre las industrias extractivas y los pueblos, entre el “desarrollo” y la vida digna, sobre las mujeres se imponen las violencias extractivas y patriarcales. En Oaxaca la empresa minera Cuzcatlán, filial de Fortuna Silver Mines, impuso el proyecto “San José” (en etapa de explotación comercial desde 2011).
Los impactos ambientales y sociales se han acumulado: exploraciones ilegales en los límites con otras comunidades entre 2015 y 2017, consulta fraudulenta en el municipio de Magdalena Ocotlán en 2016, derrames de los residuos de jales secos en 2018, 75 obras irregulares que no corresponden con sus permisos ambientales de 2009, disminución y contaminación del agua, acaparamiento de concesiones mineras por 80 mil hectáreas del territorio de comunidades zapotecas.
En este despojo legalizado, la empresa minera se beneficia no solo de los minerales del subsuelo, también de las condiciones de pobreza y desigualdad de las mujeres en esta región, usando a las mujeres (trabajadoras o esposas de trabajadores de la mina), para promover la minería, desmovilizar y dividir a las comunidades, a cambio de mantener empleos o dar becas a la niñez. Sobre sus cuerpos también se sobreponen discursos y proyectos que fomentan la división sexual del trabajo.
Además, un incumplimiento histórico de los derechos humanos establecidos en los marcos normativos nacionales e internacionales: educación, vivienda, salud, entre otros, que determinan el ejercicio de otros derechos, como los derechos políticos, comunitarios y la defensa del territorio.
También en Oaxaca, sólo en el periodo del exgobernador Alejandro Murat (2016-2022), 715 mujeres han sido víctimas de feminicidio, 1989 mujeres y jóvenes víctimas de desaparición. Este estado, además, es el más peligroso para defender derechos humanos. Entre los temas con más riesgo, en el sur del país, se perfila la defensa del territorio frente a inversiones y proyectos de desarrollo. En Oaxaca, cada tercera persona defensora asesinada defendió la tierra y el territorio. El 91% de ellos, pertenecía a un pueblo indígena.
¿DE DÓNDE ES POSIBLE ACUMULAR ESPERANZA PARA LAS MUJERES?
En Oaxaca las comunidades (ámbito local), representan un espacio que hace posible la autonomía y libre determinación de los pueblos, una esperanza para hacer frente colectivamente. Para contener los proyectos extractivos, para expulsarlos y evitar que se impongan en los territorios.
También permite la articulación entre comunidades, con otras regiones o con la ciudad. Con desafíos y avances importante en el reconocimiento de las mujeres y la participación comunitaria. La comunidad, como el espacio también de memoria y lucha de las y los abuelos.
De compromiso profundo con el futuro de las infancias y juventudes. En este ámbito, en las comunidades reconocemos que las mujeres hemos generado un vínculo e identidad con el agua, el bosque, las plantas medicinales, el viento… como elementos fundamentales para nuestra vida.
Frente a una fuerte reconfiguración de los territorios comunitarios, en Oaxaca y en muchas latitudes del Abya Yala, en los últimos años las mujeres están mucho más presentes en los espacios públicos de las comunidades, haciéndose cargo de las familias y haciendo frente a las industrias extractivas, derivado de la migración, del fallecimiento de los varones o por ausencia de ellos.
Desde hace más de 15 años la presencia en los territorios oaxaqueños nos ha permitido conocer y compartir desde los espacios cotidianos con las mujeres. En la cocina comunitaria, en el tequio, en las asambleas, en las fiestas del río, en las guelaguetzas antimineras, en las movilizaciones… todos estos espacios son ocupados activamente por las mujeres.
Nos articulamos con mujeres defensoras del territorio que participan en procesos organizativos, que viven en las comunidades, que son nombradas por las asambleas comunitarias para el desempeño de cargos comunitarios, siendo una tarea la defensa del territorio frente a la minera. Tenemos una apuesta de trabajo colectivo entre mujeres. Esta apuesta consiste en erradicar el individualismo y hacer procesos colectivos de mujeres.
Con un claro horizonte, donde no hay espacio para los proyectos de muerte, para la minería, la hidroeléctrica, los eólicos en las comunidades, las mujeres ponen su cuerpo, su voz y su trabajo comunitario en ello bajo el lema: ¡Sí a la vida, no a la minería! ¡Ríos para la vida, no para la muerte!
A partir de los Encuentros Mujeres, Agua y Vida Comunitaria que ha convocado a mujeres defensoras de distintas regiones del estado de Oaxaca desde 2021, hemos construido colectivamente las siguientes reflexiones metodológicas y políticas que guían el proceso:
Territorio cuerpo de las mujeres. Nuestro punto de partida para la reflexión política.
Desde esta dimensión miramos las opresiones, las violencias machistas, patriarcales y extractivistas que se han impuesto sobre los cuerpos de las mujeres. También desde aquí reconocemos y nombramos las emancipaciones y luchas que estamos dando.
Territorio tierra-comunidad.
Partiendo desde nuestras comunidades con una visión regional. El territorio es el agua, el bosque, las plantas medicinales, la tierra, el viento, las montañas… pero también el conjunto de vínculos, identidad e historia que hemos construido. Representa el pasado, la responsabilidad comunitaria y el compromiso por un futuro para la niñez.
Somos mujeres diversas.
Nacemos y nos construimos de nuestras historias de vida, contextos familiares, y todo el acumulado que nos ha dado elementos para hacer frente, sobrevivir y construir la vida. La diversidad que implica respeto al proceso de emancipación de cada una. Pero también acumula y complementa los aportes en la lucha.
Mística, ofrenda y sanación colectiva.
“La música, la danza, el canto, las flores, las esencias (…) estamos haciendo esta ofrenda a la madre tierra”. Como elementos vitales para acumular esperanza, para sanar colectivamente y conectar con el territorio.
Nos nombramos, visibilizamos y reconocemos a nosotras, las mujeres, las defensoras, las madres, las hijas, las curanderas… y todo lo que somos, que hemos construido y que nos sostiene.
La memoria digna de las mujeres.
Para reconocer los aportes políticos de las mujeres que nos antecedieron, para dar impulso y fortalecer el camino para las más jóvenes. Fundamental para derrumbar los estereotipos que nos dividen a las mujeres.
Construcción de nuevas narrativas.
Reflexionar y abonar a los conocimientos políticos y pedagógicos que recuperen la forma de ver y sentir la vida por las mujeres. Dar paso a nuevas formar de pensar y ejercer el poder en los espacios públicos, en los gobiernos locales y en el ejercicio de la autonomía.
Así en el marco del Encuentro de Mujeres, Agua y Vida Comunitaria, enmarcado en el Día Internacional de las Mujeres Indígenas, mujeres defensoras de los territorios de la Mixteca, Sierra Sur, Costa, Istmo, Sierra Norte y Valles Centrales, con la intención de generar un intercambio y articulación entre mujeres defensoras para el cuidado colectivo de las mujeres, la defensa del agua y del territorio de las comunidades en las que vivimos desde los siguientes ejes: Cuerpo, territorio y autocuidado; pueblos, tierra y territorio, organización de los pueblos.
La Educación Popular Feminista nos ha nutrido y ampliado el análisis del contexto de dominación, aportando en la construcción de nuevas narrativas y haciendo visibles las emancipaciones y luchas de mujeres en los distintos territorios.
Estar en el cuidado del agua, es un reto para las mujeres (…) algunos ciudadanos me decían no te andes metiendo tanto porque se trata de una empresa que tiene poder, y está el riesgo de las amenazas, sobre todo como mujer sola.
Desde este espacio de Encuentro de Mujeres, fortalecemos nuestra identidad como mujeres defensoras de los territorios. Reafirmamos que los espacios de mujeres son vitales y necesarios para colectivizar los aprendizajes, para traspasar los temores y fortalecer la esperanza.
Para hacer frente a estos contextos, los derechos territoriales de las comunidades y los derechos de las mujeres se protegen desde un mismo compromiso colectivo de los pueblos.
Reconocemos todos los aportes que las mujeres están dando en las comunidades, en la historia, en la medicina, en los huertos, en los servicios, en la lucha antiminera. Nutrimos nuestro planteamiento político de territorio cuerpo y territorio comunidad. Así nos hemos reconocido y aprendido también en la lucha con otras mujeres en México y en Mesoamérica. Todas estas experiencias nos inspiran a seguir luchando por una vida con dignidad para todas las mujeres y para los pueblos.
fuente: https://www.educaoaxaca.org/el-topil-48-mujeres-agua-y-vida-comunitaria/
https://redlatinasinfronteras.wordpress.com/2023/09/02/mexico-la-defensa-es-por-la-vida-y-los-territorios-de-las-mujeres/
For more information:
https://redlatinasinfronteras.wordpress.co...
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