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El impostergable camino del Sur

by enviado por F Espinoza
No Alineados en La Habana, Cuba
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El impostergable camino del Sur

POR NIDIA DIAZ —de Granma Internacional—

ATONITAS han de mirar las futuras generaciones al siglo XXI, cuyo umbral fue traspasado por el más brutal, hegemónico, racista y fundamentalista de los imperios con el fin de imponer una estrategia geopolítica que haga blanco en la vida humana, para dejar sentado quién manda y quiénes deberán obedecer en el Planeta reconstruido a su medida.
Al dividir al mundo entre “los que están conmigo y los que están contra mí”, Washington se ha propuesto —y así lo hizo saber el 16 de marzo de este año con la versión renovada de su Estrategia de Seguridad Nacional—, convertir el Sur en cotos de caza de donde extraer los recursos naturales que necesita la sociedad de consumo sobre la que se asienta, en tiempos en que éstos se agotan y, como ya lo hizo el viejo colonialismo, esclavizar a todo aquel que no sea estadounidense o parte de sus aliados en el Norte Industrializado.
Las guerras genocidas y de agresión lanzadas impunemente contra Afganistán, Iraq, Líbano y las peligrosas amenazas contra Irán, Zimbabwe, Corea Democrática, Cuba y Venezuela, son un indicativo de que no se detendrán hasta alcanzar su objetivo de dominar al mundo aunque para ello tengan que incendiarlo como un día hiciera Nerón con Roma.
Razones suficientes para recordar la responsabilidad histórica que asume hoy el Movimiento de Países No Alineados, cuya vigencia es más obvia que nunca antes. Si su nacimiento estuvo signado por la existencia de dos bloques opuestos y antagónicos en el siglo pasado, la desaparición de uno de ellos, acrecienta hoy aún más su necesario papel en el escenario mundial.
El Movimiento de Países No Alineados (MNOAL), surgió en la sexta década del siglo XX como alternativa a la bipolaridad mundial y a los bloques y pactos militares que cobraron fuerza y presencia entonces como un factor de disuasión entre las grandes potencias.
El instinto de conservación y la sabiduría colectiva de los líderes de los jóvenes estados independientes, fueron elementos que propiciaron la formación de ese heterogéneo Movimiento llamado a representar a la inmensa mayoría de los pobres y desposeídos de la Tierra.
Desde sus orígenes, sin embargo, el MNOAL encontró no pocos escollos, no sólo por parte de los intereses que se le oponían por su potencial fuerza de concertación en la arena internacional, sino por algunos que, desde dentro, intentaron despojarlo o vaciarlo de su contenido fundacional para que no fuera una fuerza de defensa del Tercer Mundo, sino un instrumento de coqueteo con las grandes potencias.

BANDUNG, EL ANTECEDENTE NECESARIO

No caben dudas de que a mediados del siglo pasado el mundo asistió a un cambio de trascendental consecuencia: el fin del colonialismo y la irrupción en el escenario político internacional de un creciente número de naciones liberadas de Asia y África que trajeron consigo todo su vigor y sus ideas de emancipación.
La derrota del nazifascismo, el derrumbe del sistema colonial y la aparición de una comunidad de países socialistas europeos encabezados por la URSS, fueron claras señales para que el imperialismo norteamericano afiebradamente se lanzara en busca de aliados para juntos apoyarse en pactos militares con que detener la decisión indoblegable de aquellas jóvenes naciones de construir sociedades en las que quedaran sepultados el ostracismo político y el atraso económico a que las habían condenado por su condición de colonias.
Aquel favorable contexto indujo a los primeros países descolonizados de Asia: India, Indonesia, Ceilán (hoy Sri Lanka), Paquistán y Birmania (hoy Myanmar) a realizar una reunión preparatoria efectuada en Colombo en 1954, con el objetivo de convocar a la primera Conferencia Afroasiática que tendría lugar en la ciudad indonesa de Bandung, no muy lejos de la capital Jakarta.
La cita se produjo un año después, el 18 de abril de 1955, cuando por primera vez en la historia una amplia representación de los países entonces ya independientes de África y Asia se reunieron fuera del control de las potencias coloniales. Fueron 29 naciones las que participaron representando a una población de 1 550 millones de habitantes que ya no podría desconocerse.
Con una consecuente posición de principios tanto los países convocantes como China Popular, Cambodia, Laos, Vietnam Democrático, Vietnam del Sur, Nepal, Tailandia, Japón, Filipinas, Afganistán, Egipto, Iraq, Jordania, Líbano, Arabia Saudita, Siria, Turquía, Yemen, Libia, Etiopía, Liberia y Ghana, decidieron negar la participación de los títeres de Taiwán, los sionistas israelíes y los racistas sudafricanos por representar lo más sórdido de las esencias del imperialismo.
Como invitados, estuvieron los movimientos de liberación de Argelia, Túnez y Marruecos.
La Conferencia, sin duda, quedó para la historia como el antecedente del Movimiento de Países No Alineados toda vez que el énfasis liberador convirtió a Bandung en un momento clave para el proceso de descolonización y de defensa de los legítimos intereses de las naciones del Sur.
Relevante fue el papel jugado por los presidentes Jawaharlal Nehru (India); Gamal Abdel Nasser (Egipto), y Ahmed Sukarno (Indonesia), quienes expusieron clara y meridianamente conceptos como el de la soberanía y el desarrollo independiente como los objetivos históricos del encuentro donde, además, la República Popular China recibió el apoyo y reconocimiento de las naciones afroasiáticas en su carácter de único representante del pueblo chino.
Finalmente, fueron adoptados como principios irrenunciables de ese mundo recién liberado de las garras del colonialismo, el respeto a la soberanía e integridad territorial; la igualdad entre razas y naciones; la no agresión; la no injerencia en los asuntos internos de cada país y la coexistencia pacífica. Principios, entre otros, que fueron recogidos posteriormente como fundacionales por el Movimiento de Países No Alineados y que constituyen aún hoy y con más razón, el centro de su lucha y de su existencia.
Pocos años después de Bandung, triunfó en Cuba la Revolución, la cual ha sido calificada como "la entrada de América Latina en el circuito de la historia contemporánea". No sin razón Cuba estuvo entre los países fundadores del Movimiento NOAL, cuando éste nace en Belgrado, Yugoslavia en 1961.

BELGRADO, NACIMIENTO DEL MNOAL

La postguerra dejó como saldo el desarrollo de un mundo bipolar, a partir de la asociación de un grupo de países a dos bloques militares que emergieron en esta etapa, la OTAN y el Pacto de Varsovia, que desarrollaron estrategias político-militares contrapuestas y coexistieron en un equilibrio complejo.
Fue en ese contexto en el que los países subdesarrollados, en su mayoría de Asia y África, sintieron la necesidad de unir esfuerzos en la defensa común de sus intereses, en la consolidación de sus independencias y soberanías y en el rescate cultural y económico de sus pueblos, además de expresar un fuerte compromiso con la paz al declararse "no alineados" con ninguno de los dos bloques militares nacientes.
Por supuesto, el pacto no estuvo exento de peligros toda vez que algunos pretendieron constituirse en una fuerza equidistante, en una "tercera vía" sin precisar su rumbo y objetivos; más bien el MNOAL debía devenir, según aquellos, una especie de limbo político para el Tercer Mundo.
El liderazgo de algunos estadistas, entre ellos Fidel, advirtió que tal posición no era sino una especie de camuflaje para apartar al Tercer Mundo de sus derroteros de justicia social, independencia, soberanía y autodeterminación.
Como ya habíamos expresado la reunión de Bandung ha sido considerada como el antecedente más inmediato de la creación del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL), el cual surgió finalmente seis años después, con un criterio geográfico más amplio, al celebrarse en Belgrado, entre el 1ro. y el 6 de septiembre de 1961 con la asistencia de los Jefes de Estado y Gobierno de 25 países y delegados observadores de otros tres.
En esa cita se adoptaron como principios del MNOAL los conocidos como Diez Principios de Bandung: el respeto de los derechos humanos fundamentales y los objetivos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, el respeto de la soberanía e integridad de todas las naciones, el reconocimiento de la igualdad de todas las razas y la igualdad de todas las naciones, grandes y pequeñas; la abstención de intervenir o de interferir en los asuntos internos de otro país, el respeto del derecho a defenderse de cada nación, individual o colectivamente, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas; la abstención del uso de pactos de defensa colectiva en servicio de los intereses particulares de cualesquiera de las grandes potencias, unida a la abstención de todo país a ejercer presiones sobre otros; abstenerse de realizar actos o amenazas de agresión, o de utilizar la fuerza en contra de la integridad territorial o independencia política de cualquier país; la solución pacífica de todos los conflictos internacionales, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas; la promoción de los intereses mutuos y de la cooperación, el respeto de la justicia y de las obligaciones internacionales.
Desde su fundación el MNOAL atravesó diversos momentos en los que nunca estuvieron ausentes las maniobras del imperio para hacer torcer su camino.
En esa puja, la IV Cumbre celebrada en Argel, en 1973, significó un nuevo despertar del Movimiento que había quedado medio amodorrado en el escenario internacional. La correlación de fuerzas puso su granito de arena. Eran los años de mayor pujanza de la comunidad socialista, cuando estos se habían consolidado en la arena internacional, cuando el Gobierno de los Estados Unidos estaba liquidado en Vietnam, y estaba en marcha el proceso de Watergate que culminó con la renuncia del presidente Nixon para evadir el impeachment; se habían consolidado algunos movimientos de liberación en África , la dictadura militar en Portugal se desmoronaba y en contraposición estaban a punto de liberarse sus antiguas colonias.
Fue en Argel donde se aprobó la creación del Buró de Coordinación que se estableció a nivel ministerial para realizar su labor entre Cumbre y Cumbre y a otro nivel. Entre sus funciones igualmente se incluyen las de verificar y armonizar las labores de los Grupos de Trabajo, de Contacto, Especiales y Comités.
El Buró de Coordinación sesiona en Nueva York con la misión de promover la acción unificada en el seno del organismo internacional y en otros foros sobre temas de interés común.
La VI Cumbre, en La Habana, fue igualmente un hito dentro del Movimiento y fue la primera vez que un encuentro de esta magnitud se realizó en Latinoamérica y bajo el liderazgo de Fidel, uno de los líderes históricos del Movimiento, tenaz e incansable batallador en la consolidación de la cooperación Sur-Sur, de la solidaridad y del internacionalismo.
Más tarde, a finales de la década de los ochenta, cuando el derrumbe del campo socialista era inminente y se avizoraba la desintegración de la Unión Soviética, volvieron a escucharse las voces y las pretensiones de quienes desde su surgimiento intentaron vaciar el Movimiento. Se habló entonces de que era necesario "democratizarlo" y "ponerlo a tono con los tiempos".
Se pretendía demostrar que la eliminación de uno de los dos bloques militares y el supuesto fin de la Guerra Fría, eran argumentos suficientes para darle el tiro de gracia a este Movimiento que desde su fundación fue una piedra en el zapato del imperio y del Norte industrializado.
Intentaban reducir su existencia a la originaria oposición a los bloques militares. A 45 años de su fundación los objetivos iniciales no se han alcanzado y, por el contrario, cada día la paz está más amenazada y hay más ojivas nucleares en manos de las grandes potencias; si la inequidad en las relaciones económicas sume a la humanidad en la pobreza y poblaciones enteras corren el riesgo de perecer por hambre o desnutrición; si la ONU es amenazada a los dictados del hegemonismo mundial liderado por Washington, cómo no fortalecer el MNOAL.
Didier Ratsiraka, entonces presidente de Madagascar al subir al podio de la Cumbre belgradense de 1989, expresó: “no hemos venido a Belgrado a enterrar al Movimiento". Mientras, Robert Mugabe tras cuestionar la tesis que se pretendía imponer, advirtió que “el Movimiento tiene una agenda sin terminar. La autodeterminación de los pueblos, el principio central del Movimiento, todavía no es realizada por completo". Rajiv Ghandi, de la India llamó a poner fin a toda forma de dominación imperial y Cuba, representada por su Primer Vicepresidente, Raúl Castro, reiteró nuestra posición respecto a no dejarse engañar por ese supuesto hálito de paz del que algunos hablaban cuando en realidad el mundo estaba en medio de una profunda crisis.
A contrapelo de los deseos imperiales, en la Cumbre de Belgrado apareció con mucha fuerza la decisión de resistir y de impedir que los No Alineados fuesen sacados de sus rieles.
La 13ª Cumbre, celebrada en Kuala Lumpur, Malasia, en febrero del 2003 constituyó otro salto cualitativo en el camino del Sur para conquistar sus derechos y defender sus intereses. Allí se dieron nuevos pasos en su revitalización, pasos que deberán continuarse en su 14ª edición a realizarse en La Habana entre el 11 y el 16 del mes en curso.
El Movimiento de Países No Alineados tiene ahora ante sí los mayores retos. De su fortaleza y supervivencia depende en gran medida que la inmensa mayoría del planeta no vuelva a su estado original de ser fuente de esclavos y de riquezas para las nuevas metrópolis.
En ese sentido, se hace impostergable avanzar en una agenda que cierre el camino al hegemonismo y al unilateralismo y poder enfrentar los nuevos y viejos desafíos para que más temprano que tarde se hagan realidad la dignidad plena del hombre, la equidad, la solidaridad, la justicia, la paz y el desarrollo de todos los pueblos.
La democratización y reforma de las Naciones Unidas, la defensa de un mayor respaldo a los principios del derecho internacional, al multilateralismo como instrumento en la solución de los problemas fundamentales de la paz y la seguridad internacionales, y neutralizar los intentos de acuñar e imponer conceptos contrarios a los intereses de los países en desarrollo, también son prioritarios en esta nueva etapa del Movimiento.
La Cumbre de La Habana debe convertirse en punto de consolidación de los esfuerzos que se vienen dando para el fortalecimiento y la revitalización de este insustituible grupo de concertación que representa la realidad y la esperanza de la inmensa mayoría de la población del planeta, precisamente de aquella sobre la cual se intenta imponer lo peor de la política hegemónica del imperialismo.

http://www.granma.cu

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Sitios web relacionados:

http://www.granma.cubaweb.cu/secciones/noal-14/index.html

http://www.trabajadores.cubaweb.cu/cumbre-noal/00home.htm

http://www.prensalatina.com.mx/Media/NoAlineados/Paginas/index.html

http://www.cubanoal.cu/

http://www.telesurtv.net/14mnoalantecedentes.php

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Thu, Sep 14, 2006 4:52AM
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